Ya el General Aramburu no aguantaba más el accionar y la presión que ejercía el movimiento en sus distintas fases de resistencia militar, gremial y civil. Entonces convoca a elecciones en 1958.
Perón le da la orden a Cooke que acepte una entrevista con Frondizi, donde este último le hace la propuesta que lo apoye en las elecciones a cambio de un programa de gobierno.
Frondizi había sido un recio opositor radical en la Cámara, pero la UCR se había dividido. Se había producido dentro del radicalismo una escisión en Tucumán, donde se forman los partidos de la Unión Cívica Radical Intransigente (la UCRI) y la Unión Cívica Radical del Pueblo.
Entonces Cooke le lleva a Caracas la propuesta de Frondizi a Perón. Y al tiempo Cavalli trae la orden de votar a Frondizi. Todos estábamos pendientes de qué iba a pasar con el peronismo.
Previamente Perón había constituido el Comando Táctico Nacional en 1957. Lo formaban 105 dirigentes representantes de todo el movimiento, de cada uno de los sectores y de todas partes del país.
Cavalli viene con la orden. Él tenía una "cueva" cerca de Constitución, que era una oficina de ventas de un ex empleado de YPF, que a su vez se usaba para reuniones secretas de la Resistencia. Y cuando viene de Caracas con las directivas, nos las lee ahí mismo, éramos 10 o 12 compañeros del Comando reunidos en ese momento. Luego la transmite al resto de los integrantes.
La orden que trae de Perón era votar a Frondizi. Pero venían dos misivas: una para que este Comando difundiera, que indicaba que la decisión de votar a Frondizi es un recurso de táctica política, y una manera de expresar el repudio a la dictadura de opresión y vasallaje.
Pero en una nota aparte, para no ser difundida, nos manda a decir que desconfiaba de Frondizi, que para él no iba a cumplir con lo que prometía. Le daba cuatro meses de tiempo para evaluar su comportamiento y entonces reaccionaríamos en consecuencia. Nos estaba dando a entender que mantuviéramos la Organización para enfrentar la nueva etapa de lucha que él avecinaba casi como indefectible.
Los miembros del Comando tuvimos que repartirnos para viajar a todo el país y difundir la orden de Perón de votar a Frondizi
Al gobierno le interesaba que sucediera lo mismo que en el año 57, es decir que el peronismo votara en blanco, para de ese modo habilitar a que la fórmula triunfadora fuera la oficialista, la de Balbín-...
Tan es así que hicieron salir en los diarios como noticia la detención de militantes peronistas que estaban volanteando panfletos que decían "VOTE EN BLANCO". Luego supimos que eran los mismos servicios de información del gobierno que habían preparado la maniobra, con gente de ellos, para que la noticia fuese difundida por la prensa...
A mí me tocó ir con una compañera en avioneta a Corrientes. Primero había salido una delegación del comando con René Orsi y Eleuterio Cardozo (que había sido uno de los dirigentes máximos del sindicato de la carne) habían ido a llevar la orden a las provincias de la mesopotamia y cuando llegaron a Entre Ríos los detuvo la policía al bajar del avión.
Entonces urgente me convocan Cavalli y Jorge Cooke (hermano de John William). Me designan a mí porque exigía la gente de esa zona que enviaran a un hombre de confianza. Fuimos en una avioneta que tenía lugar para dos pasajeros, propiedad de un estanciero que estaba en contacto con los frondizistas.
Llegamos a Corrientes y ahí estaban concentrados los delegados, ya coordinados, de cuatro provincias.
Nos reunimos en la casa del que había sido Vicegobernador de Corrientes, un tal Porta, con delegados de Corrientes, Misiones, Entre Ríos y Chaco.
Y les leí las directivas de Perón, un mes antes de las elecciones: ¡Me querían comer!. Porque todos esperaban una nueva orden de votar en blanco, ya que eso era lo que Perón había hecho trascender públicamente, para despistar y que no le conocieran la jugada que estaba preparando. Todos esperaban que se repitiera lo de las elecciones constituyentes de 1957, cuando Perón ordenó votar en blanco porque estaba proscripto el peronismo, siendo la victoria significativa.
Y resulta que de tal manera hizo la estrategia de distracción Perón, que una dirigente de Chaco, la compañera Elena Fernícola había viajado para verlo, y Perón le da una carta para que trajera a Buenos Aires. Pero esta mujer, la abre en la casa de Tacta de Romero, la mujer del que había sido Gobernador de Corrientes. En esa carta Perón decía que había que votar en blanco. Pero era otra maniobra de suya, porque con picardía sospechó que esta mujer la iba a abrir antes de entregarla. Lo hizo como parte de sus juegos para que no le descubrieran los movimientos que preparaba.
El tema es que se da la casualidad que cuando yo llevo la orden de votar a Frondizi, la mujer aparece en la reunión donde estábamos con alrededor de cincuenta delegados y dice: "... yo tengo esta carta de Perón ordenando votar en blanco, ustedes son unos traidores" Se armó un lío bárbaro. Los delegados no sabían a quién creerle. Cada uno volvió a su provincia para evaluar que decisión tomar. En lugar de regresar en avión, lo hicimos en ómnibus. No sé cuántas horas tardamos, miles, lloviendo escandalosamente, todo el tiempo.
Al llegar a Buenos Aires hago la denuncia contra la delegada que abrió a escondidas la carta. Era una buena peronista, así que a pesar de acusarla de violentar una correspondencia de Perón, digo al mismo tiempo que no se la sancione porque justamente fue una picardía de Perón. La utilizó para que ella sirviera para mantener el secreto del voto.
Así que cuando llega la elección, el 23 de febrero de 1958, casi en todos lados ganó el frondizismo gracias a los votos peronistas.
Donde no llegaron los delegados que estuvieron en la reunión en la que yo les transmití las directivas de Perón, ordenando votar a Frondizi, ganó el voto en blanco abrumadoramente.
Frondizi, que en una elección normal hubiera sacado apenas unos pocos votos, gracias a los votos peronistas ¡ganó por cinco millones!
Gana Oscar Alende en la provincia, y cumple en principio con lo pactado. Nos llama a nosotros, los dirigentes que actuábamos en la CGT que funcionaba en la calle 51 entre 2 y 3. Nos conecta a través de un dirigente, Coco Monti, al que Alende nombra como Ministro de Acción Social.
Monti entra en contacto con nosotros, que habíamos actuado desde el '55 en los grupos contra la Libertadora. Nos convoca en la CGT y nos ofrece reintegrar en los puestos a todos los peronistas.
El grupo de los dirigentes reunidos en la CGT, me propone a mí de Delegado de Trabajo y Previsión, es decir Ministro de Trabajo de la Provincia.
Yo le agradezco a todo el grupo, pero teniendo presente la segunda carta de Perón, que no se hizo nunca pública, dije en el plenario que tenía que cumplir otras directivas del General Perón, como miembro de la Resistencia. Yo no podría luego combatir a un gobierno que me nombra funcionario. Entonces lo propongo a Cabeza Fernández, dirigente de Berisso. Lo nombran a él a propuesta mía.
La verdad es que Alende cumplió: de la nómina de compañeros que nosotros le dimos fueron todos reintegrados a sus trabajos. Yo no me quise reintegrar, estando en la lucha, no podía incorporarme a una función pública. Pero por mis manos pasaron todas las planillas para que diera el visto bueno y reintegraran a los que habían dejado cesantes durante los tiempos de la Libertadora.
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