mar 28, 2011
Túpac y Milton son salteños, hoy adultos jóvenes con sus vidas atravesadas, como otras miles en el país, por la tragedia de la violencia, la intolerancia y el terrorismo de estado.
Túpac Puggione vio a los 6 años cuando “unos gordos de traje y anteojos oscuros” se llevaron a su madre, junto a otros compañeros y amigos, a quienes nunca más volvió a ver. Gladys del Valle Porcel de Puggione, tenía entonces 23 años y estaba embarazada. Dio a luz en cautiverio, y recién en 2010, su cuerpo fue identificado junto a otros 25, que habían sido enterrados como NN, en un cementerio de Avellaneda en la provincia de Buenos Aires.
Su padre, Hugo Aníbal Puggione, fue militante de la JP Revolucionaria, fue secuestrado, salvajemente torturado y asesinado.
Milton Alzaga tenía 16 años, cuando su padre Guillermo Alzaga, secretario general de la seccional Salta del Sindicato Único de Trabajadores del Tabaco de la República Argentina, fue asesinado en la puerta de la sede gremial, en Pellegrini 915. Fue un 19 de diciembre de 1.975, cuando un comando de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) lo asesinó cobardemente.
La ultra derecha peronista, había empezado a dar desde las sombras, una respuesta militar impiadosa , sangrienta y nefasta a los grupos militantes de la izquierda que habían roto con el esquema oficial de gobierno, muchos de lo cuales habían resuelto también tomar las armas.
Sobre aquella polarización de las facciones, se montó un esquema violento, una espiral imparable, que derivó en el golpe militar de 1976 que construyó un gran aparato represivo que sumió al país en el temor, en el atraso cultural, científico y tecnológico y generó una gran deuda externa.
Cadena Máxima tiene aquí los testimonios de Puggione y Alzaga, que proponen mirar para adelante, sin resentimientos, pero con justicia.
Puggione recordó que el advenimiento del peronismo permitió la participación de los trabajadores y el voto de la mujer en el país.
“En 1952 mi tía abuela Carmen Rodríguez de Copa, oriunda de Campo Quijano fue la primer mujer diputada nacional por Salta. MI abuela se llamaba Hortensia Rodríguez de Porcel.
Hortensia Natalia Rodríguez de Porcel con Seferina del Carmen Rodríguez de Copa en Campo Quijano frente al local donde funcionó la primera Unidad Básica Femenina de Salta |
Puggione recordó todo el proceso histórico a partir del golpe de Estado de 1.955 que derrocó a Juan Domingo Perón, con todos los sucesos previos como el bombardeo a la Plaza de Mayo con gran saldo de muertos civiles, la posterior proscripción del peronismo, hasta que la juventud y los trabajadores logran el regreso de Juan Domingo Perón en 1973.
En ese año, “gana la gobernación en Salta Miguel Ragone y mi abuela es electa diputada con Miguel Ragone . Mi abuelo José Eduardo Porcel, fue director del Servicio Penitenciario Provincial y mi viejo tuvo una activa participación en la Juventud Peronista Revolucionaria”.
Recordó Túpac que después de la muerte de Perón había enfrentamientos muy fuertes, José López Rega (Ministro de Bienestar Social de aquel entonces) se convierte en la figura más negra y oscura de la Argentina. “En el año 1.975 la Triple A (que lideraba López Rega) asesina a mi papá; lo tiran en un campo de la provincia de Buenos Aires. Lo rescata mi abuela, su mamá. No tenía ojos, no tenía orejas y estaba profundamente torturado. Se lo entierra después en Salta y a la salida del cementerio la policía detuvo a varios de los que participaron del entierro: Algunos fueron torturados.”
“Después – siguió Puggione su relato – cayó el gobierno de Miguel Ragone y todos conocemos su desgraciada situación y espero que vayan presos los responsables materiales e intelectuales , con cárcel común”. Luego agregó “Mi abuela estuvo detenida dos años en Salta, después en Buenos Aires.”
Presos armados con metralletas
Puggione comentó una anécdota curiosa y es que su abuelo, mientras era director del Servicio penitenciario, entregó metralletas a los detenidos, muchos de ellos peronistas, pero con delitos, y salieron a defender el gobierno de Ragone en uno de los intentos de golpe que tuvo el mandatario provincial. Ningún preso se escapó, todos volvieron y mi abuelo tuvo después muy buenos compañeros de celda”.
Un tío de Puggione que era dirigente estudiantil universitario en Tucumán estuvo detenido, durante toda la dictadura igual que su abuelo ya mencionado.
“Yo vivía con mi mamá en Buenos Aires. Tenía 6 años y una noche llegaron unos gordos de anteojos y traje, se llevaron a mi mamá, a otros compañeros que estaban con ella y no volvía verla más, tenía 23 años y estaba embarazada. Tuvo su hijo o hija en cautiverio .Se llamaba Gladys del Valle Porcel de Puggione y mi padre Hugo Aníbal Puggione. Mi abuela fue entonces una de las primeras que empezó a dar vueltas en la Plaza de Mayo.
Puggione agregó luego “Antes de que empiece la democracia empezamos a buscar los restos. Mediante datos de arrepentidos o gente que le remordió la conciencia más la reconstrucción del ADN se ubicó el cadáver el año pasado en una fosa común de Avellaneda, junto a otros 25 cuerpos.”
“Los zurdos”
“Nos falta mucho por hacer, pero estamos mejor que antes” dijo Puggione respecto del conocimiento de la historia y la conciencia de la sociedad sobre aquellos hechos. Revalorizó especialmente la participación de los jóvenes en la política y señaló: “Vengo del peronismo, mi familia militó siempre en el peronismo y acá muchos sectores nos señalaban con el dedo y nos decían acá están los zurdos estos porque reclamábamos por los derechos humanos, por igualdad equidad por justicia por lo que históricamente se reclamo, sería justo que lo reclame cualquier país que sufrió tantas situaciones inequitativas para sectores populares”.
Insistió en que “la juventud tiene el aire fresco que inunda y llena de honestidad e ideales, va a ser un gran aporte a la política, llena de ganas de trabajar y seguir avanzando y que puedan continuar la lucha del ideario de un pueblo que quiere salir adelante y que muchas veces algunos sectores enquistados en la política y el poder niegan la participación de los jóvenes”.
“Mirar para adelante”
Consultado sobre la decisión del presidente de Uruguay José Mujica que fue a visitar un militar represor de ese país internado y enfermo Puggione dijo que “hay que mirar para adelante, pero no debemos olvidar cuando Menem (Carlos) fue al lecho de enfermo de Isaac Rojas y lo abrazó; eso no es dar la otra mejilla y mirar para adelante. Menem ha sido un traidor que da vergüenza a la historia de la Argentina y mí me da vergüenza como peronista.”
Luego agregó “Yo no iría a hacer eso. No lo digo por una situación de resentimiento. Simplemente creo que hay que tener justicia para poder mirar para adelante. Y estos señores tendrán que ser juzgados. Yo aceptaría el perdón de los que estén arrepentidos. El perdón de la comunidad no lo puedo dar yo, pero el perdón personal , se lo puedo dar de corazón a una persona que esté realmente arrepentida.”
Conciencia
Para Puggione “los delitos tienen que estar claros en la conciencia de los jóvenes y la gente, no para tener resentimiento y odio, sino para mirar para delante pero teniendo claro quién . Porque hay algunos que piensan que los que están siendo juzgados son unos pobres abuelitos, Debemos tener conciencia de lo que sucedió y quién es quien, pero comparto que hay que mirar para adelante y no actuemos con resentimiento, porque con resentimiento no vamos a construir una sociedad mejor y necesitamos una sociedad mejor”.
Golpe cívico militar
Milton Alzaga recordó por su parte que” en todo el país fueron matando y haciendo desaparecer dirigentes gremiales y estudiantiles”. “Se venía preparando el golpe del 24 de marzo. Había gente que molestaba para los objetivos y planes de la junta militar por eso fue un un golpe cívico militar.”
“A mi padre lo asesinaron en la puerta del sindicato el 19 de diciembre de 1975 y enero del 76 los compañeros de la comisión directiva hacen un pronunciamiento y dejan un acta en el que dicen claramente que no lo van a defraudar a mi padre; eso me impactó”.
Respecto a la actitud de su padre para con la familia, Milton relató que contaba 16 años cuando mataron a su padre dijo que “él cuidó el tema familiar: Mi madre no militaba, estuvo siempre dedicada a nosotros, a mí y a mi hermano menor. A veces se comentaban cosas. Mi papá era un hombre muy seguro y decía “no estamos haciendo nada malo, solo luchando por algo justo, pero el clima no era tranquilo”.
Como saldo de la experiencia Milton dijo que “lo positivo es mantener viva esa memoria y hablar, seguir para adelante, pero haciendo tomar conciencia a todos de lo que nos pasó, porque los chicos jóvenes creen que como hay democracia, siempre fue así”
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