09 FEBRERO 2011
Anita Macri, hoy de 94 años, fue detenida en el '55 como una "fanática peronista" (Foto: Eva Cabrera)
Pasó tres años presa durante la “Revolución Libertadora” / Al repasar su militancia en el partido femenino, resumió la historia política de Eva Perón
Pasó tres años presa durante la “Revolución Libertadora” / Al repasar su militancia en el partido femenino, resumió la historia política de Eva Perón
Ana Carmen Macri fue elegida diputada nacional en 1952, tras la elección en la que las mujeres votaron por primera vez gracias a la ley 13.010 impulsada por Eva Perón. Para esa época ya había organizado casi 700 unidades básicas del Partido Peronista Femenino (PPF) en todo Santa Fe, bajo las órdenes de la abanderada de los humildes. Por su actividad política, cuando el golpe de 1955 derrocó a Perón, Macri fue encarcelada: estuvo en una cárcel de mujeres porteña y luego en la Unidad Penitenciaria de Olmos hasta el año 1958. Para reparar esa etapa histórica la Provincia le pidió ayer disculpas “en nombre del Estado” y le entregó el legajo del Servicio Penitenciario Bonaerense en el que consta su detención por “fanática peronista” (Ver "Pido disculpas").
Macri tiene 94 años y al repasar su militancia en el partido femenino resumió la historia política de Eva Perón y de las mujeres peronistas. Mientras compartía un té en el Pasaje Dardo Rocha con las Madres de Plaza de Mayo Adelina de Alayes y Susana Scala, e integrantes del Archivo Histórico provincial y del Instituto Eva Perón, Anita recordó su trabajo en el Partido peronista femenino con Eva Perón y los años de detención en una entrevista con Diagonales.
Fue detenida junto con los 91 legisladores peronistas en el año 1955, cuando la autodenominada “Revolución Libertadora” derrocó a Juan Domingo Perón y cerró el Congreso. Luego, llegaron las órdenes de captura. “Algunos pudieron escapar, otros se pudieron esconder”, contó la mujer que trabajó junto a Eva en la construcción del Partido Femenino.
En el primer gobierno de Perón, Macri era peronista y ejercía la dirección del Hogar de Transito Nº 2, que dependía de la Fundación Eva Perón. Allí conoció a la mujer del General.
“Yo era peronista de Perón. A ella no la conocía. La conocí porque el Hogar quedaba cerca de la residencia presidencial y ella estaba en plena función de organizar la Fundación, iba a hacer la inspección, porque quería que fuera de lo mejor”, recordó.
“Ella ya estaba juntando mujeres para la organización del partido y simpatizó conmigo. Yo estuve un año en el Hogar hasta que un día ella me llamó para que fuera a la residencia. Cuando llegué, ya había otras tantas mujeres que eran una para cada provincia, porque se había hecho la asamblea de mujeres en el Teatro Cervantes donde se había anunciado el Partido Femenino y donde la nombraron a Eva Perón presidenta”.
El primer destino de Anita fue Tucumán, donde en tres meses afilió cinco mil mujeres. Pero Eva la hizo volver a Buenos Aires. “Nos reunimos en la residencia, me llama y me dice: ‘Peti, te voy a sacar de Tucumán porque ahí hasta las piedras son peronistas’”.
En ese encuentro, Eva la destinó a organizar el Partido en Santa Fe, una provincia “difícil políticamente”, rememora la mujer, que tenía que reemplazar a una compañera.
“Estuve dos años. Cuando apenas llegué fui a la casa del gobernador a presentarme y a pedirle movilidad, y me dio un Jeep asqueroso y alto”, recordó. Con ese coche comenzó a afiliar a las mujeres peronistas santafesinas: “Al Jeep le hice poner un parlante y recorría la ciudad hablándole a las mujeres, diciéndoles que era la delegada de Eva Perón para organizar el Partido y afiliar a las mujeres, y que estaba empadronando para los votos”.
Desde Santa Fe, Anita preparó las elecciones de 1951, para la reelección de Perón, en las que sería electa diputada nacional por la Capital. “Empecé a trabajar en actos que se hacían en salones y teatros a los que iban muchas mujeres y así, por ejemplo, en Rosario organicé 50 unidades básicas. Y cuando quise acordar, en dos años ya había 658 unidades básicas en Santa Fe”.
–Usted fue legisladora en la primera elección de mujeres del país.
–Si. Yo fui por Capital. Pero además, elegí a las tres candidatas que fueron por Santa Fe. Hablé con Eva y le pregunté: “Señora, para diputadas, a quién elijo”. Y ella me respondió: “De las peronistas, a las que más trabajaron”.
Por ser diputada, pero sobre todo por peronista, la detuvieron tras el golpe del 16 de septiembre de 1955. Pero los tres años que pasó encarcelada, no pudieron doblegarla: “una amiga me visitaba y yo le pedía que se pusiera una pollera amplia para que me trajera los periódicos peronistas a escondidas. De uno de esos saqué una foto de Eva y la puse en la pared del calabozo. Poco después, vino el inspector de la cárcel y me dijo: ‘Señora, ¿no sabe que está prohibido por el decreto 4161 tener retratos de Perón o de Eva?’. Y yo le expliqué que a ella la veía como a una madre, y le dije: ‘el castigo de la 4161 son entre 1 y 5 años de cárcel, y a mí me dieron prisión perpetua’. Lo saqué, pero me lo quedé y cuando se fue lo volví a poner”.
Macri tiene 94 años y al repasar su militancia en el partido femenino resumió la historia política de Eva Perón y de las mujeres peronistas. Mientras compartía un té en el Pasaje Dardo Rocha con las Madres de Plaza de Mayo Adelina de Alayes y Susana Scala, e integrantes del Archivo Histórico provincial y del Instituto Eva Perón, Anita recordó su trabajo en el Partido peronista femenino con Eva Perón y los años de detención en una entrevista con Diagonales.
Fue detenida junto con los 91 legisladores peronistas en el año 1955, cuando la autodenominada “Revolución Libertadora” derrocó a Juan Domingo Perón y cerró el Congreso. Luego, llegaron las órdenes de captura. “Algunos pudieron escapar, otros se pudieron esconder”, contó la mujer que trabajó junto a Eva en la construcción del Partido Femenino.
En el primer gobierno de Perón, Macri era peronista y ejercía la dirección del Hogar de Transito Nº 2, que dependía de la Fundación Eva Perón. Allí conoció a la mujer del General.
“Yo era peronista de Perón. A ella no la conocía. La conocí porque el Hogar quedaba cerca de la residencia presidencial y ella estaba en plena función de organizar la Fundación, iba a hacer la inspección, porque quería que fuera de lo mejor”, recordó.
“Ella ya estaba juntando mujeres para la organización del partido y simpatizó conmigo. Yo estuve un año en el Hogar hasta que un día ella me llamó para que fuera a la residencia. Cuando llegué, ya había otras tantas mujeres que eran una para cada provincia, porque se había hecho la asamblea de mujeres en el Teatro Cervantes donde se había anunciado el Partido Femenino y donde la nombraron a Eva Perón presidenta”.
El primer destino de Anita fue Tucumán, donde en tres meses afilió cinco mil mujeres. Pero Eva la hizo volver a Buenos Aires. “Nos reunimos en la residencia, me llama y me dice: ‘Peti, te voy a sacar de Tucumán porque ahí hasta las piedras son peronistas’”.
En ese encuentro, Eva la destinó a organizar el Partido en Santa Fe, una provincia “difícil políticamente”, rememora la mujer, que tenía que reemplazar a una compañera.
“Estuve dos años. Cuando apenas llegué fui a la casa del gobernador a presentarme y a pedirle movilidad, y me dio un Jeep asqueroso y alto”, recordó. Con ese coche comenzó a afiliar a las mujeres peronistas santafesinas: “Al Jeep le hice poner un parlante y recorría la ciudad hablándole a las mujeres, diciéndoles que era la delegada de Eva Perón para organizar el Partido y afiliar a las mujeres, y que estaba empadronando para los votos”.
Desde Santa Fe, Anita preparó las elecciones de 1951, para la reelección de Perón, en las que sería electa diputada nacional por la Capital. “Empecé a trabajar en actos que se hacían en salones y teatros a los que iban muchas mujeres y así, por ejemplo, en Rosario organicé 50 unidades básicas. Y cuando quise acordar, en dos años ya había 658 unidades básicas en Santa Fe”.
–Usted fue legisladora en la primera elección de mujeres del país.
–Si. Yo fui por Capital. Pero además, elegí a las tres candidatas que fueron por Santa Fe. Hablé con Eva y le pregunté: “Señora, para diputadas, a quién elijo”. Y ella me respondió: “De las peronistas, a las que más trabajaron”.
Por ser diputada, pero sobre todo por peronista, la detuvieron tras el golpe del 16 de septiembre de 1955. Pero los tres años que pasó encarcelada, no pudieron doblegarla: “una amiga me visitaba y yo le pedía que se pusiera una pollera amplia para que me trajera los periódicos peronistas a escondidas. De uno de esos saqué una foto de Eva y la puse en la pared del calabozo. Poco después, vino el inspector de la cárcel y me dijo: ‘Señora, ¿no sabe que está prohibido por el decreto 4161 tener retratos de Perón o de Eva?’. Y yo le expliqué que a ella la veía como a una madre, y le dije: ‘el castigo de la 4161 son entre 1 y 5 años de cárcel, y a mí me dieron prisión perpetua’. Lo saqué, pero me lo quedé y cuando se fue lo volví a poner”.
Anita con Eva en un acto en Santa Fe |
“Pido perdón en nombre del Estado”
“Sesenta años más tarde, pido perdón en nombre del Estado”. De esa forma, el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, hizo justicia con la historia y con Ana Carmen Macri, al entregarle el legajo carcelario en el que consta su detención en la cárcel de Lisandro Olmos, por “fanatica peronista”.
Ana Macri recibió el expediente de manos del ministro a las 16.30, en un acto al que no dejó entrar a la prensa, en el salón de Las Banderas, en el tercer piso del edificio de 2, entre 51 y 53. Junto a Ana estuvieron las Madres de Plaza de Mayo Adelina Alaye y Susana Scala; la hija del ex ministro de educación de Mercante, María Elais Avanza; Claudio Panella, director del Archivo Histórico de la provincia y los investigadores Guillermo Clarke y Alicia Sarlo, y por Damián Cipolla, del Instituto Nacional Eva Perón. En el acto Casal entregó el “prontuario” de Ana Macri que se guardaba en el Museo del Servicio Penitenciario.
Ana Macri recibió el expediente de manos del ministro a las 16.30, en un acto al que no dejó entrar a la prensa, en el salón de Las Banderas, en el tercer piso del edificio de 2, entre 51 y 53. Junto a Ana estuvieron las Madres de Plaza de Mayo Adelina Alaye y Susana Scala; la hija del ex ministro de educación de Mercante, María Elais Avanza; Claudio Panella, director del Archivo Histórico de la provincia y los investigadores Guillermo Clarke y Alicia Sarlo, y por Damián Cipolla, del Instituto Nacional Eva Perón. En el acto Casal entregó el “prontuario” de Ana Macri que se guardaba en el Museo del Servicio Penitenciario.
ENTREVISTA A ANA MACRI
YO LA CONOCI: ANA MACRI (86) EX DIPUTADA.
“Era fanática, sí, y tenía razón”
Era difícil decirle que no a Evita. Me dijo, nunca lo voy a olvidar, ”Peti, ¿por qué no querés ir a Tucumán a afiliar a las mujeres? ¿Es por algún novio? Te lo mando para allá. ¿Es por salud? Va el mejor médico.” Yo le dije que creía que la política no era para mí, que era como sinónimo de engaño. Y Evita me dijo: ”Vos andá. Si a la semana no te gusta, te hago volver. Pero andá, porque los soldados se prueban en el campo de batalla.”
“Era fanática, sí, y tenía razón”
Era difícil decirle que no a Evita. Me dijo, nunca lo voy a olvidar, ”Peti, ¿por qué no querés ir a Tucumán a afiliar a las mujeres? ¿Es por algún novio? Te lo mando para allá. ¿Es por salud? Va el mejor médico.” Yo le dije que creía que la política no era para mí, que era como sinónimo de engaño. Y Evita me dijo: ”Vos andá. Si a la semana no te gusta, te hago volver. Pero andá, porque los soldados se prueban en el campo de batalla.”
Eo tampoco nunca lo voy a olvidar. Para decirle la verdad, yo a Eva no la conocía. Yo era peronista de Perón, que hablaba todos los días a la gente, todos los días adoctrinaba al pueblo. Yo trabajaba desde el año 38 en el Hospital Rivadavia como secretaria de radiología. Y cuando Eva vuelve de su viaje a Europa, en el 47, se ve que ya trae la idea de hacer una fundación de ayuda integral, no de caridad. En ese momento la única obra era la Sociedad de Beneficencia, manejada por las damas de la sociedad argentina, que hacían su trabajo, donaban edificios, como el asilo Unzué de Mar del Plata, pero tenían una idea equivocada de la ayuda social: se juntaban una vez por semana a tomar el té y les daban dinero a la gente que se los pedía.
Eva interviene la Sociedad de Beneficencia y yo, a través del doctor Méndez San Martín, que después fue ministro, voy al Hogar de Tránsito número dos, que estaba en Lafinur y Gutiérrez, donde hoy está el Museo de Evita. Allí la veía día por medio. Los hogares de tránsito hospedaban a mujeres con sus hijos, a chicos o a mujeres solas que por alguna razón debían quedarse en Buenos Aires. Estaban amoblados con lo mejor. Bueno, por algo Evita me puso el ojo.
Un día nos invita a un grupo de mujeres a la residencia presidencial y nos dice que ya que había conquistado el voto femenino, iba a formar el partido peronista femenino. Y que haría una asamblea en el Teatro Cervantes. Y allí me eligió para hablarle a las mujeres de todo el país y del mundo. Claro, el discurso me lo preparaba Bramuglia, que era el canciller.
Y luego me mandó a Tucumán a afiliar a las mujeres. Pero al poco tiempo me hizo volver: ”Peti, en Tucumán no hacés falta porque allí hasta las piedras son peronistas. Vas a ir a Santa Fe.” Fui y armé 1.658 unidades básicas provinciales. Llegamos a inaugurar de a cuarenta por día, en un teatro. ¡Había tanto entusiasmo, tanto fervor! Eva me invitaba a veces a Trabajo y Previsión para que la viera trabajar. Creo que quería probarme, o que aprendiera. Yo tenía un gran respeto por ella, a pesar de que ella me hacía gestos de confianza que yo nunca me tomé.
Era una mujer hermosa, impactante, y muy impulsiva. Y decía la verdad, decía las cosas como eran. Era muy apasionada, muy fanática, y tenía toda la razón. Por eso la odiaban la oligarquía, los capitales, los Estados Unidos, que nunca perdonaron el enfrentamiento con el ex embajador Braden.
Pero en el último tiempo se volvió más tranquila, transmitía una sensación de paz impresionante. Y siempre veló por Perón: no quería traidores. Y tenía un ojo bárbaro para detectarlos. El hecho es que me convenció de hacer política y en 1952 fui elegida diputada por Capital, junto a otras tres mujeres: Delia Parodi, Alicia Espejo y Dora de Iturbe. La vi dos meses antes de su muerte, Me dijo:”Peti, estoy escribiendo Mi Mensaje, lástima que Perón no me lo quiere hacer editar porque dice que es muy fuerte lo que digo sobre la jerarquía eclesiástica y militar…”Una tarde de mayo del 52, en la residencia, ya ella estaba muy enferma, Perón se levantó de la siesta y le hizo una broma a Eugenia, una linda chica que era enfermera de Evita. Y me dijo: ”¿Ves, Peti? No me quiere creer. Yo le digo que cuando me vaya, mirá qué linda chica tiene para casarse…” Lo dijo como broma, entre sonrisas. Pero era plenamente consciente de que iba a morir.
La aljaba
versión On-line ISSN 1669-5704
Aljaba v.12 Luján ene./dic. 2008
Ana Carmen Macri, mi biografía política, Buenos Aires,ALVAREZ RODRIGUEZ, Cristina
(coord. Colección Mujeres con Mayúscula)
Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón, 2006, pp. 112.
Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón, 2006, pp. 112.
El libro "Ana Carmen Macri, mi biografía política" es resultado de una serie de entrevistas desarrolladas a la Señora Diputada Nacional Ana Carmen Macri (MC) en el marco del Programa de Historia Oral llevado adelante por el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón (INIHEP) e integra la colección de publicaciones "Mujeres con Mayúscula". De tal manera este libro trasmite las vivencias de una persona que trabajó incesantemente con la señora Eva Perón.
Durante 1948 Ana Carmen Macri desempeñó el cargo de Directora en el Hogar de Tránsito Nº 2 de la Capital Federal dependiente de la Fundación Eva Perón, ubicado en la calle Lafinur 2988. Su labor se extenderá en dicho cargo hasta fines de ese mismo año. Fue allí donde conoció a la señora Eva Perón, quien visitaba asiduamente este lugar debido a la cercanía con la residencia presidencial. Sin lugar a dudas, como lo sostiene Anita, fue un momento crucial que cambió el destino de su vida. Cabe señalar que los Hogares de Tránsito fueron las primeras obras edilicias con las que contó la Fundación Eva Perón y que habían sido asilos mientras estuvieron bajo la órbita dependiente de la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal. Estos establecimientos en su nueva etapa alojaban transitoriamente a familias que carecían de viviendas, así como también acogían a mujeres con niños, temporariamente, otorgándoles tratamiento médico, ropa, entre otras cosas; mientras se les buscaba trabajo y una vivienda permanente.
Ese mismo año, Ana integra la Conferencia Interamericana de Mujeres donde Evita le asigna la función de Pro-secretaria y asesora Argentina. En dicha Conferencia se trataron todos los temas referidos a la participación de la mujer en la política a nivel continental. De esta forma, Anita sufre un nuevo giro en su vida: deja la ayuda social y de la mano de Evita inicia su participación por el difícil sendero de la política.
Para 1949 Ana Macri es convocada por Evita para integrar la Asamblea General de Mujeres desarrollada en el Teatro Nacional Cervantes. Es preciso señalar que se había logrado la sanción de la Ley 13010 que permitía el voto a las mujeres y por lo tanto, la Señora Eva Perón consideraba fundamental lograr una convocatoria de mujeres a nivel nacional para concretar definitivamente la incorporación de las mujeres a la vida política. De tal manera, Evita decide abocarse a estudiar la posibilidad de concretar un partido político femenino independiente que permitiera a la mujer una real participación; por lo cual funda el Partido Peronista Femenino (PPF) bajo su conducción. De esta forma, el Partido Peronista se dividió en dos ramas, una masculina y otra femenina, ya que consideraban que desde el punto de vista político el hombre y la mujer cumplían roles diferentes dentro de la estructura del movimiento.El principio fundamental del PPF era la unidad en torno a la doctrina y la persona de Perón, así se sostiene la existencia de un solo líder, Perón; una sola doctrina, el peronismo, y una única dirección, Evita.
Para comenzar con la construcción del PPF, Eva Perón elige delegadas censistas, cuyo primer objetivo fue realizar un censo nacional de mujeres peronistas y abrir unidades básicas femeninas en todas las provincias y territorios nacionales, por la cual fueron 23 elegidas. Anita Macri fue una de las mujeres seleccionadas por Eva, por lo que le encomienda la labor de organizar el PPF en las provincias de Tucumán, en primera instancia, y posteriormente la provincia de Santa Fe, donde a lo largo y ancho de la región fundó 658 unidades básicas en dos años.
Destacando su labor, Eva Perón decide que Ana forme parte de las primeras mujeres que integrarán la nómina para legisladores que presente el Partido Peronista para las elecciones de 1951; por lo cual llega a ser Diputada Nacional por la Capital Federal en 1952.
Tras el golpe militar en 1955, es encarcelada y confinada en el penal de Olmos, transitando los años más duros de su vida pero sin claudicar a sus ideales que la mantenían fuerte para poder resistir a tan despiadada condena.
En 1958 es liberada, pero aunque el Partido Peronista se encontraba proscripto, decide en la clandestinidad y por orden de Perón formar parte del Comando Táctico del Movimiento Peronista. Durante estos años mantuvo correspondencia con el General y trabajó arduamente para lograr su vuelta.
Sin lugar a dudas, hoy como entonces es y será una referente indiscutible de la política nacional.
Durante 1948 Ana Carmen Macri desempeñó el cargo de Directora en el Hogar de Tránsito Nº 2 de la Capital Federal dependiente de la Fundación Eva Perón, ubicado en la calle Lafinur 2988. Su labor se extenderá en dicho cargo hasta fines de ese mismo año. Fue allí donde conoció a la señora Eva Perón, quien visitaba asiduamente este lugar debido a la cercanía con la residencia presidencial. Sin lugar a dudas, como lo sostiene Anita, fue un momento crucial que cambió el destino de su vida. Cabe señalar que los Hogares de Tránsito fueron las primeras obras edilicias con las que contó la Fundación Eva Perón y que habían sido asilos mientras estuvieron bajo la órbita dependiente de la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal. Estos establecimientos en su nueva etapa alojaban transitoriamente a familias que carecían de viviendas, así como también acogían a mujeres con niños, temporariamente, otorgándoles tratamiento médico, ropa, entre otras cosas; mientras se les buscaba trabajo y una vivienda permanente.
Ese mismo año, Ana integra la Conferencia Interamericana de Mujeres donde Evita le asigna la función de Pro-secretaria y asesora Argentina. En dicha Conferencia se trataron todos los temas referidos a la participación de la mujer en la política a nivel continental. De esta forma, Anita sufre un nuevo giro en su vida: deja la ayuda social y de la mano de Evita inicia su participación por el difícil sendero de la política.
Para 1949 Ana Macri es convocada por Evita para integrar la Asamblea General de Mujeres desarrollada en el Teatro Nacional Cervantes. Es preciso señalar que se había logrado la sanción de la Ley 13010 que permitía el voto a las mujeres y por lo tanto, la Señora Eva Perón consideraba fundamental lograr una convocatoria de mujeres a nivel nacional para concretar definitivamente la incorporación de las mujeres a la vida política. De tal manera, Evita decide abocarse a estudiar la posibilidad de concretar un partido político femenino independiente que permitiera a la mujer una real participación; por lo cual funda el Partido Peronista Femenino (PPF) bajo su conducción. De esta forma, el Partido Peronista se dividió en dos ramas, una masculina y otra femenina, ya que consideraban que desde el punto de vista político el hombre y la mujer cumplían roles diferentes dentro de la estructura del movimiento.El principio fundamental del PPF era la unidad en torno a la doctrina y la persona de Perón, así se sostiene la existencia de un solo líder, Perón; una sola doctrina, el peronismo, y una única dirección, Evita.
Para comenzar con la construcción del PPF, Eva Perón elige delegadas censistas, cuyo primer objetivo fue realizar un censo nacional de mujeres peronistas y abrir unidades básicas femeninas en todas las provincias y territorios nacionales, por la cual fueron 23 elegidas. Anita Macri fue una de las mujeres seleccionadas por Eva, por lo que le encomienda la labor de organizar el PPF en las provincias de Tucumán, en primera instancia, y posteriormente la provincia de Santa Fe, donde a lo largo y ancho de la región fundó 658 unidades básicas en dos años.
Destacando su labor, Eva Perón decide que Ana forme parte de las primeras mujeres que integrarán la nómina para legisladores que presente el Partido Peronista para las elecciones de 1951; por lo cual llega a ser Diputada Nacional por la Capital Federal en 1952.
Tras el golpe militar en 1955, es encarcelada y confinada en el penal de Olmos, transitando los años más duros de su vida pero sin claudicar a sus ideales que la mantenían fuerte para poder resistir a tan despiadada condena.
En 1958 es liberada, pero aunque el Partido Peronista se encontraba proscripto, decide en la clandestinidad y por orden de Perón formar parte del Comando Táctico del Movimiento Peronista. Durante estos años mantuvo correspondencia con el General y trabajó arduamente para lograr su vuelta.
Sin lugar a dudas, hoy como entonces es y será una referente indiscutible de la política nacional.
Damián A. Cipolla
Universidad Nacional de Luján /
Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón
Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón
Increíble historia. Alguien sabe si aún vive o como contactarla. Sí asi fuera, mi correo es: Luis.venosa@gmail.com y mi celular 15 41998090. Gracias
ResponderEliminar