Perón en Colón, Panamá: Antonio Tagarópulus, José D. Bazán, Juan D. Perón, José M. González y Jaime Ford.
En las primeras horas del domingo 6 de noviembre de 1955, el mismo avión que lo sacó de Paraguay -un DC-4, facilitado por un amigo de Stroessner- que pasó por El Galeao, que también aterrizara en San Salvador de Bahía, descendiera en Amapá (Guayanas Holandesas), llegando a República Dominicana y virando para Venezuela, pero que ese día despega hacia Panamá portando a Perón y su comitiva. Exceptuando al General, nadie sabe que esta Nación será durante casi nueve meses el cuartel general del Comando Superior Peronista (el grandilocuente Comando Superior Peronista eran Perón y su máquina de escribir). El Douglas, conducido siempre por Leo Nowak, toca tierra panameña a las 8.55 del domingo 6. Minutos después el periodismo rodea nuevamente a Perón, quien declara que al irse de la Argentina evitó lo que hubiera sido un derramamiento de sangre y una masacre nacional.
Avión Douglas DC-4 en el que fuera transportado Perón con su comitiva desde la salida de Asunción hasta llegar a Colón, Panamá.
Cerca de las 11 de la mañana el general se aloja en el Hotel "El Panamá", en la suite presidencial, en calidad de huésped del gobierno. Allí descansará sólo unas pocas horas, después de casi cinco días de viajes permanentes y tensos. Alrededor de las 19 horas realiza una conferencia de prensa. Al lado suyo está su ahijada, Eva Argentina, hija del locutor Ramón Fernández Domenech que había trabajado en un programa radial llamado "La voz del Justicialismo" que desarrollo una campaña de esclarecimiento sobre la realidad argentina. Las ráfagas de preguntas parecen no inmutar a Perón; se lo ve tranquilo y sonriente cuando declara: "Soy un católico doctrinario. [...] He peleado por los humildes, por el pueblo, que la doctrina católica nos enseña a querer y, si tuviese que sacrificarme nuevamente, lo haría gustoso. Estoy satisfecho, a pesar de mi caída, porque he defendido una causa justa". Al referirse al gobierno de Lonardi recuerda los quince mil presos políticos de la Revolución Libertadora. Al día siguiente, después de visitar al presidente Arias, Perón declara: "Me gusta tanto Panamá que deseo quedarme aquí".
Hotel "El Panamá".
Las próximas cuarenta y ocho horas estarán llenas de agasajos, recepciones y almuerzos. Luego, el día 9, se traslada a la ciudad de Colón, alojándose en el Hotel Washington que si bien está en territorio panameño pertenece a los Estados Unidos; habrá problemas.
Las próximas cuarenta y ocho horas estarán llenas de agasajos, recepciones y almuerzos. Luego, el día 9, se traslada a la ciudad de Colón, alojándose en el Hotel Washington que si bien está en territorio panameño pertenece a los Estados Unidos; habrá problemas.
Hotel Washington en Colón, Panamá.
En la ciudad de Colón se inicia otra etapa para el líder justicialista. Trabaja durante horas para finalizar "La fuerza es el derecho de las bestias". El paisaje es ideal para la reflexión, la meditación y el trabajo. Alquila un pequeño departamento en el Washington por sugerencia del gobierno panameño: será el cuartel general. La correspondencia, herramienta insustituible para la organización de la resistencia; sus escritos y las visitas de trabajo, darán el marco a la ordenada vida de Perón amenizada por tés, cafés, mate, un rato de siesta, algo de música y la casi perpetua posibilidad de un atentado contra su vida...
En la ciudad de Colón se inicia otra etapa para el líder justicialista. Trabaja durante horas para finalizar "La fuerza es el derecho de las bestias". El paisaje es ideal para la reflexión, la meditación y el trabajo. Alquila un pequeño departamento en el Washington por sugerencia del gobierno panameño: será el cuartel general. La correspondencia, herramienta insustituible para la organización de la resistencia; sus escritos y las visitas de trabajo, darán el marco a la ordenada vida de Perón amenizada por tés, cafés, mate, un rato de siesta, algo de música y la casi perpetua posibilidad de un atentado contra su vida...
Tapa de una de las primeras ediciones del libro de Perón "La fuerza es el derecho de las bestias".
Esto último se hace más factible después del 13 de noviembre cuando rueda la cabeza de Lonardi y el ultragorilismo liberal toma el gobierno argentino. Llegan versiones a Panamá y especialmente a Colón que se espera un atentado: se habla de un comando, de un automóvil sospechoso, de cartas amenazantes que llegan al hotel washington. La guardia nacional pone hombres - dos de día y tres de noche- para custodiar a Perón Las versiones fueron confirmadas, no eran parte de la guerra psicológica solamente. Hubo intentos para asesinar a Perón en los dos últimos años de 1955, pero fueron frustrados y deportados los mercenarios.
Esto último se hace más factible después del 13 de noviembre cuando rueda la cabeza de Lonardi y el ultragorilismo liberal toma el gobierno argentino. Llegan versiones a Panamá y especialmente a Colón que se espera un atentado: se habla de un comando, de un automóvil sospechoso, de cartas amenazantes que llegan al hotel washington. La guardia nacional pone hombres - dos de día y tres de noche- para custodiar a Perón Las versiones fueron confirmadas, no eran parte de la guerra psicológica solamente. Hubo intentos para asesinar a Perón en los dos últimos años de 1955, pero fueron frustrados y deportados los mercenarios.
Perón, en el exilio, con su máquina de escribir.
CUANDO A PERÓN, EN SU FORZADO EXILIO, LE PREGUNTABAN QUIÉNES INTEGRABAN EL COMANDO SUPERIOR PERONISTA, CONTESTABA INCLAUDICABLEMENTE: "YO Y MI MÁQUINA DE ESCRIBIR".
Publicado por daniel chiarenza
CUANDO A PERÓN, EN SU FORZADO EXILIO, LE PREGUNTABAN QUIÉNES INTEGRABAN EL COMANDO SUPERIOR PERONISTA, CONTESTABA INCLAUDICABLEMENTE: "YO Y MI MÁQUINA DE ESCRIBIR".
Publicado por daniel chiarenza
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